La pandemia de la COVID-19 ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro del mercado laboral. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), se espera que la actividad económica mundial reduzca entre un 13 y un 32 % sus operaciones en 2020, lo que podrá traducirse en una disminución del poder de las empresas a largo plazo. A pesar de esto, este panorama se ha contemplado como una gran oportunidad para implementar procesos de innovación que aumenten la eficacia de las entidades empleadoras. Un ejemplo de ello ha sido la rápida adaptación de los trabajadores para contener la propagación del virus, modificando de forma drástica sus procesos internos y los procedimientos inherentes al cumplimiento de sus objetivos profesionales. Las reuniones virtuales en remoto ahora son algo habitual, y la actividad económica ha aumentado en determinadas plataformas digitales. Ante el desafío que implica la coyuntura actual, ¿cuáles son las grandes oportunidades existentes para el sector farmacéutico?
1. Una oportunidad para redefinir la estrategia de atención al ciudadano enfermo
Las grandes farmacéuticas están aprovechando sus propias capacidades para aliviar el impacto social del nuevo coronavirus en los enfermos crónicos. Un ejemplo de referencia es la empresa Lilly, que ha prestado su apoyo a la población diabética, ofreciendo asesoramiento personalizado. Para muchos diabéticos insulinodependientes, la pandemia supuso la pérdida de empleo y de los planes de seguro, o la reducción drástica de los salarios, poniendo en peligro su disponibilidad para adquirir medicación para una correcta gestión de su salud. Teniendo esto en cuenta, se recomienda a los enfermos llamar al Centro de Soluciones para la Diabetes de Lilly, para informarse sobre las diferentes opciones de medicación disponibles, en caso de que necesiten un medicamento genérico o deseen limitar sus gastos mensuales en recetas. El objetivo es garantizar que no se interrumpa el suministro de medicamentos para la diabetes.
2. Humanizar el sector en tiempos de crisis puede ser el mejor camino
Aunque sigue siendo una industria rentable, en la actualidad el sector farmacéutico se enfrente a grandes desafíos para dirigir su actividad comercial. Los ensayos clínicos que ya estaban previstos para otras enfermedades se están aplazando, lo que retrasará el desarrollo de nuevos medicamentos. Sin embargo, esto no deja de ser una oportunidad para que las farmacéuticas humanicen su comunicación con los consumidores, dado que este sector es uno de los principales actores en la lucha contra la pandemia actual. La aplicación de los conocimientos tecnológicos para el desarrollo de un medicamento o vacuna ha demostrado el empeño y la dedicación en la búsqueda de soluciones específicas, en las cuales la sociedad ha puesto muchas esperanzas.
3. La transformación digital como forma de innovar los procesos de producción
La calidad tiene un coste, y las empresas farmacéuticas son conscientes de ello. Teniendo en cuenta las previsiones económicas, la estrategia de reducción de costes en todas las dimensiones de fabricación ha sido constante, sin modificar la calidad del producto que se obtiene. Esto significa utilizar herramientas digitales modernas para recopilar datos sobre el historial de producción y ponerlos a disposición para su análisis, facilitando a los equipos los medios necesarios para reducir el esfuerzo innecesario, y optimizando procesos de producción sin comprometer la calidad. Los laboratorios podrán adoptar cada vez más herramientas digitales, que automatizan la recogida de datos, liberando a los trabajadores de tareas administrativas propensas a errores y que requieren mucho tiempo. Estos nuevos procedimientos mejoran la comunicación entre equipos y aumentan la productividad.
4. El análisis de datos es más importante que nunca
La carrera para encontrar un medicamento o vacuna que frene la pandemia de la COVID-19 ha llevado a muchas farmacéuticas a utilizar inteligencia artificial para agilizar procesos y procedimientos. En el sector farmacéutico, el análisis predictivo puede, además, proporcionar nuevos conocimientos para descubrir, por ejemplo, nuevos medicamentos. Las soluciones de análisis de datos e inteligencia artificial llevan al sector farmacéutico a un nuevo nivel que ofrece agilidad y competitividad a las organizaciones, en la medida en que contribuyen a disminuir los costes de investigación y desarrollo, reduciendo así la probabilidad de errores durante los ensayos clínicos. Al final, el análisis de datos interfiere con todas las dimensiones de la organización y, cuantos más datos se obtengan sobre el negocio, mayor será la probabilidad de que se conviertan en ventajas competitivas. De este modo, la apuesta por la tecnología puede aportar beneficios a las organizaciones, tanto en la optimización de los procesos operativos existentes, como en la identificación de nuevas oportunidades a través del análisis de comportamientos y patrones.
5. Una oportunidad para replantear modelos de negocio y reforzar la credibilidad
En los últimos años, el entorno en el que opera la industria farmacéutica ha experimentado cambios significativos, que la pandemia de la COVID-19 ha acelerado. Como resultado de esta volatilidad constante del mercado, queda evidente la necesidad de apostar por nuevos modelos de negocio, basados en una diversificación de la cartera. Por tanto, la innovación en la dinámica de enfoque y de respuesta a las expectativas de evolución de los diferentes actores implicados se revela imprescindible: desde el ciudadano enfermo hasta el accionista. Sin embargo, la innovación tiene su precio. Ante el creciente escrutinio de la sociedad, los interrogantes sobre el precio de los medicamentos que llegan al mercado son habituales. Pocas empresas intentan explicar cuál es el coste de financiar una investigación de un nuevo medicamento, y de un estudio clínico que permita que llegue de forma eficaz y segura a toda la población. Esta será, sin duda, una oportunidad que la industria farmacéutica no querrá perderse. Reforzar la credibilidad del consumidor, explicándole la importancia subyacente a todas las etapas necesarias para la creación de un nuevo medicamento, puede ayudar a labrar una reputación más positiva.
En resumen, la industria farmacéutica se encuentra en primera línea para frenar una pandemia global. Establecer ahora las prioridades adecuadas puede ayudar a las empresas a acelerar la innovación y a garantizar al mismo tiempo un suministro estable de medicamentos necesarios a los ciudadanos enfermos, afectados directa e indirectamente por la COVID-19.