La utilización de plásticos afecta a todo el mundo y, a pesar de sus múltiples funcionalidades, se ha convertido en un problema presente tanto a nivel global como en nuestras vidas diarias. Debido al impacto medioambiental y a la forma en cómo el mundo actual necesita este material en particular, la Comisión Europea ha publicado una Directiva Europea que pretende hacer frente al problema y crear una nueva forma de utilizar los plásticos. Nuestro artículo presenta el trasfondo donde actuará la Directiva y, si trabaja en una industria que utiliza plásticos, le aconsejamos que no deje de leerlo.
La verdad es que, a pesar de todos los aspectos negativos de su utilización, el plástico es omnipresente y un elemento central de nuestra economía y nuestro día a día. Se utiliza en abundancia pero es difícil sustituirlo en algunas de sus aplicaciones más importantes. Por ejemplo, en materiales ligeros e innovadores para automóviles y aviones, al utilizarlo ahorran combustible y reducen las emisiones de CO2. También en materiales de aislamiento térmico, el plástico reduce el consumo de energía de forma global, o en el envasado, donde el plástico ofrece una mayor protección para productos sensibles, como los fármacos, además de garantizar la seguridad alimentaria y reducir el desperdicio de alimentos y, en medicina, los materiales biocompatibles salvan vidas humanas a diario, permitiendo la innovación médica.
Existen diez tipos de objetos de plástico que causan el 70% de todos los desechos plásticos marítimos: colillas de cigarros, botellas y tapones de bebidas, bastoncillos, bolsas de patatas fritas y envoltorios de dulces, cubiertos, envases alimentarios, incluida la comida rápida, y vasos y tapones. Una de las áreas donde se centra la Comisión Europea sobre estos productos es la distinción entre productos reutilizables y productos de un único uso y la creciente adopción de productos reutilizables. Esta elección es obvia, puesto que se pretende generalizar la reutilización y recarga por parte de las personas o el uso repetido por parte de los productores, dado que dichos productos tendrán que poder lavarse y resistir a una utilización recurrente.
Como ya se ha indicado anteriormente, el mundo se enfrenta a un problema relacionado con la forma en que los plástico se fabrican, utilizan y desechan. La principal preocupación reside en que la fabricación y el uso no siempre adoptan un enfoque «circular» y, por ello, perjudican al medio ambiente. Un ejemplo de ello son los millones de desechos plásticos marítimos que acaban en los océanos todos los años. Sin embargo, nos encontramos ante una situación donde la creciente preocupación pública debe tener en cuenta la compleja generación de valor y calidad de vida que origina el plástico.
Replantearse y mejorar la utilización del plástico necesita la cooperación entre las partes. Empresas y productores de plástico, recicladores, minoristas y consumidores necesitarán encontrar la innovación necesaria para dirigir la inversión en la dirección correcta. Deberán ocurrir cambios en nuestro estilo de vida como consumidores de plástico y si se aumenta la sostenibilidad de los plásticos se podrán crear oportunidades para la innovación, competitividad y creación de empleo en una industria de gran importancia en la economía europea.
Link: https://ec.europa.eu/environment/waste/plastic_waste.htm