La industria farmacéutica está cambiando a un ritmo sin precedentes. La aparición de nuevas terapéuticas para enfermedades como el cáncer y la diabetes está influyendo en los procesos de diseño, producción y envasado de productos, lo que implica una nueva adaptación de los procesos a lo largo de la cadena de valor.
Conozca los cinco factores cruciales para este cambio a escala global:
1. La flexibilidad de producción;
A medida que la búsqueda de analgésicos y antibióticos aumenta en los denominados mercados emergentes (India y China), empiezan a surgir métodos de tratamiento innovadores en los países industrializados, gracias al acceso a sustancias más complejas. En la actualidad, se están produciendo cambios en el área de las terapias biológicas, especialmente en lo que se refiere al tratamiento del cáncer, las enfermedades autoinmunes y las enfermedades raras.
Como consecuencia de estos cambios, algunos fabricantes mundiales de medicamentos están centrándose en el desarrollo de nuevas fórmulas y en subcontratar las operaciones de envasado a empresas a menudo ubicadas en los mercados emergentes, fundamentalmente en China e India. Por ello, las actuales necesidades del mercado exigen que los procesos de fabricación sean sumamente flexibles para permitir una adaptación más rápida a los nuevos productos y formatos de envasado. Muchas soluciones se producen en lotes cada vez más pequeños. Mientras que los fabricantes tradicionales y los productores de medicamentos genéricos se esfuerzan por alcanzar un volumen de producción mayor con el menor coste, las grandes empresas farmacéuticas favorecen las actividades de investigación, fundamentales para el desarrollo de tecnologías avanzadas, como las terapias genéticas y celulares.
2. La automedicación está creciendo;
Gracias a las terapias emergentes y a la innovación en la tecnología de administración de insulina, las personas que padecen diabetes tienen, en la actualidad, la misma esperanza de vida que sus semejantes.
Los dispositivos tradicionales de autoinyección, como las jeringas, se suelen sustituir por autoinyectores y plumas de insulina más avanzadas tecnológicamente. Este desarrollo también se debe al hecho de que los medicamentos autoinyectables ya no se utilizan solo para tratar la diabetes o en terapias con hormonas de crecimiento, sino que también resulta del crecimiento de otras terapéuticas para enfermedades autoinmunes, como el asma o la hepatitis C, así como para medicamentos de emergencia.
Este mercado sujeto a rápidos cambios exige que los fabricantes sean muy flexibles y adapten su enfoque a esta nueva generación de medicamentos. Aunque los diferentes tipos de inyectores tengan componentes similares, su diseño varía en cuanto al tamaño, material y formato, lo que representa un gran desafío para la industria.
3. La seguridad del producto y del paciente no puede ser negociable;
Para las personas con diabetes, poder manipular de forma fácil y segura las plumas y autoinyectores es el criterio más importante. Las plumas de insulina, por ejemplo, se cargan con cartuchos que pasan por diferentes etapas de procesamiento hasta que pueden instalarse.
En este contexto, la tecnología dedicada al control de calidad e inspección de los procesos desempeña un papel importante a la hora de garantizar la seguridad del producto y del paciente. Las cámaras de vigilancia se utilizan para identificar tanto los defectos de los envases cosméticos, como grietas o roturas, como las partículas dentro del producto. Tras la inspección, se montan las plumas. Este equipo requiere de nuevo una gran flexibilidad en cuanto al manejo de diferentes tipos de dispositivos.
4. La seriación es solo el primer paso para la «farmacia digital»;
Además, los fabricantes y envasadores se enfrentan al desafío de seleccionar y aplicar tecnologías de seriación adecuadas, capaces de vincular los procesos de producción y envasado. Ya han entrado en vigor distintas leyes y directrices en todo el mundo para proteger a los consumidores frente a las amenazas de los medicamentos falsificados. Al mismo tiempo, la seriación también puede considerarse el primer paso para la digitalización en la industria farmacéutica.
Para controlar en cualquier momento el flujo operativo de datos, el vínculo entre el nivel de la máquina física y el software de control deberá aplicarse en todas las fases de la empresa. El enlace de datos entre todas las líneas de producción permite un seguimiento global a partir de un punto central, incluso si se encuentran en lugares diferentes.
5. Los servicios digitales ayudan a optimizar los procesos de producción.
La digitalización consiste principalmente en esto: hacer que las máquinas y los servicios sean más inteligentes, centralizar los datos de todas las unidades de producción y utilizarlos para lograr una mayor eficiencia. Para ello, es necesario analizar la información disponible, por ejemplo, en lo que respecta a la eficacia global del equipo, el estado de las instalaciones, de los procesos, de una forma sencilla y en tiempo real.
En la siguiente fase, la extracción de datos puede ayudar a identificar un potencial de explotación completamente nuevo, que permita una mayor optimización de los procesos productivos. Otros servicios digitales, como los servicios preventivos y, en el futuro, predictivos, pueden aportar una mejora significativa en la eficiencia a largo plazo en toda la cadena de valor.