La contaminación derivada de los plásticos está sobrepasando los esfuerzos desarrollados para su contención, pero si se adoptan unas medidas inmediatas es posible reducir el impacto medioambiental un 80 % de aquí a 2040. Un estudio realizado por la organización «The Pew Charitable Trusts» junto con la consultora SYSTEMIQ presenta ocho medidas que pueden generar un ahorro de 70 000 millones de dólares y crear cerca de 700 000 empleos.
El informe «Breaking the Plastic Wave», publicado en julio de 2020, revela que, si no se adoptan medidas urgentes, el volumen de plásticos en circulación en el mercado podría duplicarse en 2040. Asimismo, el estudio prevé que el volumen anual de plásticos en los océanos puede triplicarse, pasando de los actuales 11 millones de toneladas a 29 millones de toneladas. Este aumento exponencial es el resultado de una combinación de cuatro tendencias, que se basan en el rápido crecimiento de la población, el aumento del uso de plástico por habitante y la transición a materiales de bajo valor añadido, que son más difíciles de reciclar.
Sin embargo, tal como revela el estudio, ninguna medida será suficiente si se implementa de forma aislada, y la solución puede residir en un enfoque más amplio, basado en la economía circular. Este enfoque implica una reorientación de los materiales comercializados en el mercado, y el aumento de su capacidad para mantenerse en circulación una vez usados. Además de proporcionar una respuesta más eficaz a la contaminación generada por los plásticos, la economía circular ofrece beneficios económicos, sociales y climáticos más significativos.
El estudio realizado por la organización «The Pew Charitable Trusts» y la consultora SYSTEMIQ, en colaboración con la Universidad de Oxford, la Universidad de Leeds y la Common Seas, identifica ocho medidas que, en conjunto, podrían reducir cerca del 80 % de la contaminación generada por el plástico que anualmente inunda los océanos de aquí a 2040, utilizando la tecnología y soluciones actualmente disponibles. Entre ellas, se encuentran la reducción del crecimiento de la producción y el consumo de plástico; la sustitución de algunos plásticos por materiales alternativos, como el papel o materiales biodegradables y compostables (materiales que pueden descomponerse para originar otros); el desarrollo de productos y embalajes preparados para su reciclaje; el incremento de las tasas de recogida de residuos en los países en desarrollo; el aumento de los procesos de reciclaje; y la reducción de las exportaciones de residuos plásticos.
Además de reducir el impacto medioambiental en los océanos, la adopción de las medidas detalladas en el informe podría generar un ahorro de 70 000 millones de dólares para los gobiernos de aquí a 2040, así como reducir un 25 % las emisiones anuales de gases de efecto invernadero relacionadas con el plástico. Además, el mismo estudio prevé un impacto directo en la creación de 700 000 empleos.